Los patrones del pasado: siempre hay dos versiones de la misma historia

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Escrito por Farid Krayem Ph.D.
Doctor en planeación estratégica. Creador del modelo MLH para hacer management de empresas con variables espirituales.

La mayoría de las insatisfacciones del presente se relacionan con dos cosas, al pasado y al futuro. Nuestro cerebro es una maquina de pensamientos que ha “aprendido” a través de los eventos el como deberían ser las cosas. Cambiar esto requiere entender nuestros patrones del pasado.

Cuando afirmamos que pensamos de determinada manera es porque el cerebro se ha configurado para ello. ¿Has tenido la sensación que a veces te pasa lo mismo una y otra vez?, es normal, tomas las decisiones desde los mismos modelos mentales.

Albert Einstein tiene una famosa frase sobre el concepto de locura que dice “locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Si queremos que las cosas sean distintas entonces deberemos cambiar el observador y actuar en consecuencia.

Hacer consciencia y cambiar al observador

Durante mi tiempo como consultor en una empresa que tenía más de 300 colaboradores en planta, recuerdo que hay una cosa que llamó mi atención: el grifo en el que se tomaba agua para trapear el patio frontal tenía una gotera. Casi dos años de consultoría con grandes transformaciones y justo tres días antes de despedirme lo arreglaron, mis palabras de despedida fueron “me da gusto que al final, se hicieran conscientes de ese problema por arreglar”.

¿Por qué no lo arreglaban?, no es que no quisieran, o que el agua no fuera importante para ellos. No eran conscientes del problema, para ellos ya era normal que el grifo goteara, independientemente de los resultados en los recibos de pago de agua o los problemas ambientales.

Con nuestras situaciones de vida pasa algo parecido, vemos resultados negativos que no queremos, pero no entendemos por qué siempre tenemos los mismo resultados. Ser consciente del observador implica primeramente observar los elementos y nuestras acciones y de forma aislada observar las consecuencias.

Ser consciente de la causa efecto nos permitirá gestionar el proceso, lo que quiere decir modificar nuestros hábitos. Los hábitos son las acciones que emprendemos en piloto automático, como lavarse los dientes o saludar al entrar a una sala.

El ejemplo de un hábito

El mejor ejemplo de un hábito y su poder de actuar en automático se demuestra en las personas que manejan un auto estándar. Hay una serie de pasos complejos a seguir.

  1. Identificar en que momento debe entrar el cambio de velocidad esto se sabe porque se “siente” que tan revolucionado está el motor
  2. Identificar la altura a la que corta el clutch para saber en que momento mover la palanca
  3. Determinar en que posición de la caja de velocidades se encuentran para saber la secuencia en el momento correcto
  4. Determinar la velocidad adecuada para los cambios

Este proceso, si le sumamos que el conductor al mismo tiempo canta y platica con los acompañantes, es sumamente complejo. Lo más impresionante es que una vez aprendido casi todo pasa en un piloto automático mental.

Hacer gestión de los hábitos para entender los patrones del pasado

Nunca antes en la historía de la humanidad se le había dado tanta importancia a la gestión de los patrones mentales. Ahora con la psicología positiva sabemos que es posible gestionar nuestros pensamientos y nuestras acciones.

Existen diferentes técnicas para la gestión y control de nuestros pensamientos y nuestros hábitos. Lo primero y muy importante es saber que todas nuestras acciones están primordialmente vinculadas a dos emociones primarias: sufrimiento y placer.

La programación neurolingüística (a partir de ahora PNL) es una disciplina que afirma que todo se puede entrenar si se hacen las vinculaciones correctas a cada una de estas emociones. Entonces, nos estaremos alejando de todo aquello que nos produce sufrimiento y repetiremos voluntariamente aquello que nos produce placer.

¿Cuál es la clave entonces?, en estar atentos a aquellas conductas que no nos gusta tener. Una vez identificadas habrá que ver la emoción que producen y magnificarla. Por ejemplo una persona que está intentando dejar de fumar, de repente pierde el control y prende un cigarrillo, esto ya no le provoca placer. ¿Por qué no se detiene?, porque no ha hecho consciente la sensación de sufrimiento y no la ha magnificado.

Hacer consciente una emoción es una tarea compleja que requiere mucha contemplación. Hacer consciente la emoción positiva y los beneficios de las consecuencias de dejar de fumar pueden ser un motivador intrínseco lo suficientemente fuerte para retener la repetición.

Un acto entonces puede ser modificado si se pone la energía en los elementos correctos. Para ello hacen falta entrenamientos que nos permitan tener acceso a esos puntos ciegos. Para el caso de mi metodología recomiendo dos particularmente: meditación de oración y mindfulness.

Encontrar los puntos ciegos

Un punto ciego es aquello que no se ha sido capaz de observar por diversas circunstancias. Puede ser un bloqueo voluntario también conocido como resistencia. También puede ser un bloqueo involuntario también conocido como trauma. En su defecto puede ser un introyecto, lo que quiere decir el observador no ha sido consiente de lo que opera en él.

Muchas de las creencias desde las que actualmente operamos corresponden a cosas que nos dijeron mientras éramos niños y que sin cuestionar aceptamos. A alguien pudieron decirle que era tonto, feo, mentiroso… o toda serie de calificativos y se aceptaron sin cuestionar, esto es normal, la autoridad de los padres durante la infancia es ley.

Meditación de oración

La oración es un vehículo de acceso a un conocimiento superior a nuestro consciente. Es como un iceberg, de lo que somos conscientes es una pequeña punta de un sistema de creencias muy profundo y desarrollado a lo largo de muchos años.

La oración es un vehículo de acceso a un conocimiento superior a nuestro consciente.

Dr. Farid Krayem Pineda

Debemos ser pacientes con este tipo de procesos, no se puede acceder a esta sabiduría de la noche a la mañana. Para los que somos creyentes ayuda mucho recurrir a la compasión de Dios. Para los que no son creyentes recomiendo visualizar a una persona o la figura de compasión que más presente tengan y mantener un diálogo con esa persona. La pregunta que desarrolla el diálogo es: ¿tú en mi lugar qué harías?

Con la oración se consigue desarrollar la habilidad de discernimiento que es fundamental para la toma de decisiones. El discernimiento ayuda para que nuestras decisiones sean ecológicas, lo que quiere decir que contempla a todas las posibles partes afectadas. También nos ayuda a hacernos conscientes de las posibles consecuencias y a aceptar con resignación y sin culpas lo inevitable.

A través de una toma de decisiones de esta naturaleza las personas pueden crecer y realizarse sin culpas. Ayuda a identificar y superar creencias limitantes.

Mindfulness

El mindfulness es una practica relativamente nueva, toma las bases de la meditación religiosa haciendo toda la sustracción de ello y dejando solo el conocimiento científico relevante. A través del mindfulness es posible identificar emociones y pensamientos para gestionarlos y cambiar la forma en que son procesados.

A través del mindfulness se desarrolla la habilidad de la meta-atención. Solemos prestar atención a algo durante un tiempo, después sufrimos de distracciones, estás distracciones nos llevan a pensar miles de cosas, si nos hacemos conscientes de que eso ha sucedido y regresamos la atención, eso es la meta-atención.

El mindfulness cumple un ciclo en donde el objetivo es prestar atención a lo que le prestamos atención durante un tiempo determinado. Con esto estamos entrenando a nuestra mente para identificar sus puntos de atención (pensamientos) sin involucrarse con ellos (meta-atención).

De está manera se puede llegar al estado deseado del mindfulness que tiene como resultado una vida más tranquila y eficiente que es: vivir relajado y alerta.

Entender que la mayoría de los hábitos no se formaron conscientemente es entender los patrones del pasado

La mayoría de nuestros malos hábitos no se formaron voluntariamente, por ejemplo, nadie tomo su primer cigarro diciendo “me convertiré en un gran adicto al tabaco”.

Pávlov[1] confirma que para que un hábito se desarrolle se requiere usualmente de 21 repeticiones ininterrumpidas. Una buena tarea que te puedes dejar a ti mismo si quieres cambiar un comportamiento para adoptar uno nuevo es hacerlo durante 21 días sin fallar.

Es muy importante la parte de no fallar ni una sola vez durante 21 días, ya que al interrumpirse habrá que volver nuevamente desde cero. Para ello recomiendo llevar un diario o un calendario de pared que ayude a llevar los registros.

Conclusiones respecto a los patrones del pasado

Entendemos entonces los patrones del pasado como un hábito que se ha formado con el tiempo, las creencias que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida y todo aquello que ha conformado nuestro modelo de pensamientos.

Es importante identificar la causa – efecto de lo que pensamos y de nuestras acciones. Saber lo que debe ser modificado y hacer consciencia en nuestra toma de decisiones es lo que hace que puedas alcanzar tus éxitos. Todo esto teniendo un objetivo en mente. Finalmente recomiendo dedicar tiempo a responder la pregunta: ¿qué te hace feliz?, ¿Qué patrones del pasado deberías modificar?


[1] https://www.redalyc.org/pdf/294/29404107.pdf

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